El pueblo de Lota está de luto. Numerosos mineros del carbón murieron por causa de una explosión en lo que era conocido como el “Chiflón del Diablo”. Entre las víctimas se cuenta al sobrino de Fernando Gutiérrez, que era solo un niño. El trabajo en la mina sigue y los mineros deben cobrar su salario, donde les hacen importantes descuentos porque sus extracciones contenían impurezas. La rabia nuevamente forma parte de los sentimientos de los trabajadores y Jonás, viejo amigo de Fernando, decide hacer algo para corregir la situación. Pero él no contaba con la traición de uno de sus camaradas, quien le informa de la potencial rebelión al jefe de la mina, Mister Davis.
Días después, la huelga toma forma y mientras se inaugura la primera central eléctrica, a manos de Isidora Goyenechea, la marcha avanza y su petitorio es escuchado. Fernando había sido golpeado por Mister Davis, quienes finalizan su rivalidad peleando en el interior del “Chiflón del Diablo”, donde una explosión acabaría con sus vidas.
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